LA GRAN PELÍCULA DE LA TEMPORADA ES, TAMBIÉN, LA GRAN “BOUTADE” DE FINALES DEL VERANO.
Dirección: Christopher Nolan.
Intérpretes: John David Washington, Robert Pattinson, Elizabeth Debicki, Kenneth Branah.
Género: comedia bufa en veintisiete actos y un prólogo.
País/año: Reino Unido/2020.
Duración: 150 minutos.
Versión: Cine Manoteras, Madrid. Versión original en inglés con subtítulos en español.
Christopher Nolan ha hecho TENET, un filme inflado como un pez globo y con menos chicha dentro que la cabeza de Isabel Ayuso.

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Tenemos claro que el cine es espectáculo, por supuesto, y esa es su primera premisa. Pero es que el espectáculo tiene que basarse en unos supuestos, tener unos cimientos sólidos para que el producto final sea tan satisfactorio que una salga del cine con una sonrisa (0 una muesca de congoja) pero con el sentimiento de querer más. TENET es como uno de esos discos de punk; muy escandalosos por fuera pero con muy poca chicha dentro.
Decíamos hace un año, con motivo del estreno de ÉRASE UNA VEZ EN HOLLYWOOD, que su director, Quentin Tarantino, hace películas-puñetazo, esto es, que te pega un porrazo y luego ya estás conmocionada para el resto del metraje. Pero, lo que en el director italo-americano es ingenio, poderío y saber hacer, a pesar de que recurra a trampas como la citada, en el cineasta inglés (Nolan) todo es un despliegue de recursos alucinantes con un sustento realmente sucinto en cuanto al guion se refiere (o en cuanto a la historia se refiere, mejor dicho); y la cosa acaba por caerse como un castillo de naipes.
Y eso muy al pesar de que los actores están muy bien; Robert Pattinson borda su actuación encarnando a un agente especial algo desgarbado; Kenneth Brannah sorprende en su papel de despiadado millonario ruso que es capaz de armar un ardid tremendo para que todos nos vayamos al infierno con él; y mención especial para la esplendorosa actriz australiana Elizabeth Debicki.

Elizabeth Debiki; un auténtico lujo para Tenet. Foto: indianexpress.com.
Sin embargo, el papel principal recae sobre un hombre, John David Washington, (hijo de Denzel, pero sin el diez por ciento del diez por ciento del talento de su padre) que no solo no da la talla como actor, es que tampoco la da como héroe. A la poca pericia de John David como intérprete hay que añadir su poco peso específico, la falta de autoridad en la pantalla y, sobre todo, que es sensiblemente más bajito que el resto de intérpretes, lo cual le hace adquirir un tamiz realmente ridículo.

John David Washington, con su cara de torombolo, no da la talla en ningún aspecto. Foto: looper.com.
A todo esto, la historia, que se enreda sobre sí misma de una forma sonrojante, resulta, en demasiadas ocasiones, incluso risible. Ciertas situaciones y varias de las escenas producen risa o carcajada por lo ridículo de la situación (o por lo mal llevado de la misma), algo que ni todos los carísimos (pero muy aburridos) efectos especiales son capaz de levantar.
Para tenerte sentada en la butaca dos horas y media, tienes que ser una genio. Nolan en este caso ha demostrado que se le ha ido de las manos un material ya de por sí defectuoso y que ni el más grande director, vivo o muerto, podía haber sacado adelante. Al final, TENET, con toda su parafernalia efectista no puede ocultar lo que realmente es: un bluf de tomo y lomo; un globo hinchado que tarda demasiad en explotar.