Emitido por primera vez el 22 de enero de 1960. Incluso aunque no fuera uno de los episodios más famosos de “The Twilight Zone” hubiera escogido “The Hitchiker” por un único motivo. Yo llevaba vistos ya varios capítulos de la serie que, aunque me habían gustado más o menos, confieso que no terminaban de engancharme del todo, quizás porque -por mucho que mi disposición fuera la mejor posible- no hay que descartar el hecho de que, para un espectador que no había nacido cuando se emitió el último episodio de la serie, resulta extraño imbuirse del espíritu de una época tan diferente a la suya. Pero fue precisamente “The Hitch-Hiker” el episodio que me ganó totalmente para la zona crepuscular y me hizo conjurarme para ver todos y cada uno de sus episodios.
Al contrario que en el segmento del que hablamos la vez anterior, en “El autoestopista” no hay asomo de pretensión humanista o alegórica alguna, se trata de una historia de puro terror en la que su protagonista se verá inmersa de lleno en la zona crepuscular enfrentándose a ella no únicamente en completa soledad (algo muy común en los antihéroes que pueblan estas historias) sino en medio de la incomprensión y la incredulidad de los demás. La excusa argumental es una vieja leyenda de la carretera que muchos conductores han narrado a lo largo de los años, de hecho el origen de la historia está en el relato de una escritora que manifestó haber sido protagonista de un incidente similar. Esta leyenda se reproduce hasta el paroxismo durante el viaje en coche de una joven entre Nueva York y Los Ángeles, un viaje que se va tornando cada vez más angustioso hasta que culmina en un estremecedor final que, aunque hoy en día puede sonar a recurso demasiado empleado, debió ser sin duda un verdadero acontecimiento en la época en la que fue emitido.