CEESEPE, EL OUTSIDER DE LA MOVIDA MADRILEÑA.

PRONTO SE CUMPLIRÁ UN AÑO DE LA MUERTE DE CEESEPE, UNO DE LOS HISTORIETISTAS E ILUSTRADORES MÁS IMPORTANTES DEL UNDERGROUND ESPAÑOL DE FINALES DE LOS 70 Y PRINCIPIOS DE LOS 80, Y DOS ESTUPENDAS EXPOSICIONES RECUERDAN SU VIDA Y SU LEGADO.

 

VICIOS MODERNOS. CEESEPE 1973, 1983.

Casa Encendida, Madrid.

Hasta el 22 de septiembre.

Entrada libre


RAMÓN Y CEESEPE: ESPACIOS PARA SER, ESPEJOS PARA CREAR.

El Conde Duque, Madrid.

Hasta el 31 de agosto.

Entrada libre.

 

Carlos Sánchez Pérez, Ceesepe (Madrid, 31 de mayo de 1958 – Madrid, 7 de septiembre de 2018), lo dejó bien claro en una entrevista a Vanity Fair poco antes de morir: “No quiero tener que ver nada con La Movida ni con Alaska”, lo cual deja claro que el dibujante e ilustrador se quiere desmarcar de todo ese “movidón”.

No es para menos, Ceesepe (acrónimo de su nombre y apellidos) fue, junto con Nazario, El Hortelano, Mariscal y muchos otros, uno de los dibujantes e ilustradores más importantes de aquella fabulosa época que siguió inmediatamente con la muerte de Franco, en 1975, y que terminaría de forma abrupta en 1980, cuando, desde las altas esferas del gobierno de la época, se opta por la luego llamada “Móvida” en detrimento de lo que se conocía como “El Rrollo”, una vis  mucho más rockera, arrabalera y subterránea de la cultura de la calle de esa época.

Historieta de uno de sus primeros personajes, Slober, en la revista Star, a finales de los 70.

Esto es, Ceesepe ya estaba allí cuando de repente aparecieron los pelos cardados, los botes de Colón, los maquillajes y las chicas de ayer. Desde que empezó a dibujar a los 16 años y vendía sus esbozos en el Rastro de Madrid, el joven Ceesepe decidió que quería ganarse la vida como dibujante. Primero colaboró en revistas icónicas del underground nacional, como la catalana Star o las efímeras A la calle o Nasti de Plasti, a las que siguieron Madriz, Bésame Mucho, La Luna y, cómo no, El Víbora.

Ceesepe no se conformó solo con los cómics, también fue ilustrador para la primera película de Almodóvar, “Pepi, Luci, Boom y otras chicas del montón” y diseñó portadas de discos como la de “Al calor del amor en un bar”, de Gabinete Calicari. Su estilo de principios de los 80 que le hizo famoso,  espigado, estilizado, anguloso, que bebe tanto de iconos como Toulouse-Lautrec como de  los historietistas de la revista francesa Metal Hurlant (Serge Clerc), fue de los más reconocibles en la época de las grandes revistas independientes de cómics.

Precisamente, La Casa Encendida de Madrid acoge, hasta el 22 de septiembre de 2019, una magnífica retrospectiva de sus trabajos para las revistas de cómics, sus diseños y otros trabajos en esa década prodigiosa que va de 1973 a 1983. Extendida en dos grandes salas, la muestra exhibe una gran selección de su obra, mostrando cómics de la época, originales del propio autor, así como ilustraciones y cuadros de aquellos años.

Y otra “expo” para no perderse, la del Conde Duque de Madrid: “Ramón y Ceesepe: Espacios para ser, espejos para crear”.

En el excelente espacio multidisciplinar madrileño existe, desde años, una sala dedicada a Ramón Gómez de la Serna, En ella se ha trasladado, pieza a pieza, el estudio que el escritor español, exiliado a causa de la dictadura franquista, tenías en Buenos Aires, Argentina. El estudio de Ramón es absolutamente alucinante y digno de verse. Pues bien, en “diálogo” con la oficina del autor de las “Greguerías”, se ha dispuesto una exposición virtual que enseña el también prodigioso estudio que Ceesepe tenía en Madrid. Mediante unas gafas de 3D, el visitante puede verse inmerso en la propia casa del historietista, “caminando” y “husmeando” por todos los rincones del artista en una experiencia realmente única.

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El hetero rockero que no puede faltar en ninguna web gafapasta.

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